Cuenta tu historia... O alguien la contará por ti
Te explico porqué es fundamental el Storytelling.
Este título resume un concepto fundamental del Storytelling y por lo mismo, se le encuentra en distintos textos que abordan el tema. Sin embargo, hoy les quiero contar cómo el Curso de Cine que dicto cada miércoles en formato telemático, me hizo comprender mejor esta frase.
Este Curso partió como un instancia pedagógica, abierta a todo público y dedicada a la formación en Análisis Cinematográfico, que es una especialidad que he abordado desde hace largos años a través de clases en universidades, charlas y en sesiones online.
Empezamos a analizar a fondo cada película (“Intriga interncional”, “Los 7 samurai”, “La regla del juego”) y, paulatinamente, surgió entre los participantes la inquietud por saber cómo se estructuran las historias, más allá de los elementos de montaje, significación y puesta en escena. Así, todo lo referente a la historias se apareció fuerte, con energía. Como si éstas quisieran reclamar hoy el protagonismo que alguna vez el cine (sobre todo el de autor) les disputó y cuestionó.
Gonzalo Maza, guionista y director de cine, escribió un suculento texto sobre este regreso recargado de las historias (les comparto el link al final de este texto) luego de ver varias películas en el reciente Festival de Cannes 2023.
Adelanto un pequeña tesis. En un mundo tan poblado de estímulos, donde percibimos todo de manera tan fragmentada, en el cual los hechos se diluyen en interpretaciones y subjetividades extremas, y en el que la dimensión digital evapora la materialidad de lo que antes llamábamos realidad, las historias nos ayudan a recomponer un orden, a entender conceptos y a ubicarnos en contextos.
Dicho de otro modo, en tiempos de incertidumbre y volatilidad, las historias encadenan, unen, asocian, integran. En definitiva, otorgan sentido a una realidad que en apariencia no lo tiene.
Esto vale para las películas, para las teorías de conspiración y para cada uno de nosotros.
Contar nuestra historia -propia y personal- resulta esencial en esta época de exposición en redes sociales y anhelos de transparencia y autenticidad. Relatar nuestra historia nos obliga a integrar lo que nos ha pasado y lo que hemos aprendido de cada experiencia, incluyendo -por cierto- lo que no nos gusta o aquello que intentamos y que no resultó. A partir de esa historia nos damos a conocer, establecemos nuestra relación con los demás y definimos los contenidos que queremos compartir y los objetivos que buscamos conseguir.
Si no la contamos, otra persona lo hará. Y lo hará desde su perspectiva, no de la nuestra. Lo que no contamos, las personas lo imaginan. Ya se sabe, el cerebro une los puntos dispersos y genera siempre una narrativa. Incluso una que puede no favorecernos.
Warner Bros festeja su centenario
La serie documental “100 años de Warner Bros” (de 4 capítulos de una hora de duración, disponible en HBO Max) narra la historia de Hollywood desde la perspectiva de uno de sus estudios más emblemáticos, fundado en 1923. Cómo los cuatro hermanos Warner, hijos de inmigrantes polacos y nacidos en la pobreza, crean un sala de cine a principios del siglo XX y luego consiguen levantar uno de los más influyentes y poderosos estudios cinematográficos de Estados Unidos.
De la Warner Bros salen las películas que inauguran el cine de gángsters principios de los años 30 (de “Public Enemy” a “Scarface”) y títulos tan valiosos como “Casablanca” y “Rebelde sin causa”. En los 60, cuando los cambios de la sociedad amenazan con derrumbar la industria hollywoodense, el estudio se arriesga con “Bonnie and Clyde” (1967, foto de arriba) y con una decidida apuesta por el cine de autor, abre el paso al New American Cinema.
La serie construye un relato apasionante, pleno de contexto, buena información y valioso material de archivo. Y hay un hecho que revisa con particular intensidad: La invención del sonido. Este suceso -clave en la historia del cine y de la creación artística- ocurre en los laboratorios Warner y tiene como incansable líder a uno de los hermanos, Sam.
Él está decidido a realizar tan colosal invento y no cesa en su empeño hasta que el estudio puede anunciar, en 1927, que va a estrenar el primer largometraje sonoro, “El cantante de jazz”. Pero es tal esfuerzo físico que hace Sam Warner por lograr su sueño que muere justo la noche previa al glorioso estreno de la cinta, el 5 de octubre de 1927. Tenía 40 años.
La Nueva Ola francesa, mon amour
Este jueves 6 de julio a las 18.30 horas comenzamos en el Centro de Estudios Públicos, CEP, el ciclo dedicado la Nouvelle Vague, la querida Nueva Ola del cine francés.
Veremos cuatro películas durante el mes. Tres de ellas, filmadas entre 1960 y 1962, son parte del núcleo duro de la Nouvelle Vague (“Sin aliento”, de Jean-Luc Godard, en la foto; “Jules y Jim”, de Francois Truffaut; y “Cléo de 5 a 7”, de Agnès Varda); la cuarta es el colorido musical post-Nueva Ola “Las señoritas de Rochefort” (1967), de Jacques Demy, protagonizado por Catherine Denueve y su hermana Francoise Dorléac.
Después de ver cada uno de estos filmes, tendremos conversación y análisis con el público asistente. La entrada es liberada y solo hay que inscribirse en este link https://www.cepchile.cl/eventos/ciclo-ii-retratos-de-juventud-sin-aliento/
Y cómo sigue el curso de cine?
El Curso de Análisis Cinematográfico entra en julio a su tercer mes y lo hacemos mñana miércoles 5 con la revisión a fondo de “La red social” (2010), magistral película de David Fincher con un guion vertiginoso de Aaron Sorkin que ganó el Oscar. La notable banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross también obtuvo el premio de la Academia.
En las próximas semanas analizaremos grandes películas europeas y asiáticas. Aún te puedes inscribir y participar de nuestras sesiones de los días miércoles. Basta que me escribas a rns_press@yahoo.es