Es cierto que hace casi 15 años no dirige y que su última película, “Camino a la libertad” (The Way Back), sobre un prisionero de guerra polaco que escapa de un gulag soviético después de la Segunda Guerra, data de 2010 y no se cuenta entre sus éxitos.
Sin embargo, el anuncio de que Peter Weir (hoy de 79 años de edad) se retira del cine no deja de impresionar.
Porque es un maestro el que abandona el set. Un artista que, a punta de no descuidar nunca un solo detalle de sus producciones, hizo grandes películas sin obtener todo el reconocimiento que merecía.
Recuerdo perfectamente cuando, hace unos 40 años, lo descubrí con dos de sus grandes filmes australianos.
Fue en el Cine Arte Normandie (cuando ocupaba el edificio cercano a Plaza Italia) y esas dos películas eran “El misterio de las rocas colgantes” (Pinic at Hanging Rock, 1975) y “La última ola” (The Last Wave, 1977).
En la primera, un grupo de jóvenes y encorsetadas alumnas de un colegio de alcurnia sale de paseo a unas agrestes montañas y un puñado de ellas, encabezada por la inquieta Miranda, se extravían para siempre.
En la segunda, una investigación policial conduce a la atávica revelación de los indígenas acerca de la próxima llegada de una gran ola, de contornos apocalíticos, que barrerá con todo.
Son dos obras maestras, que exploran lo fantástico para proponer una mirada sobre las represiones que carcomen una clase social, en una, y sobre el violento choque cultural sobre el que se fundó Australia, en la otra.
En el Normandie las daban a medianoche, en la primera mitad de los 80, a sala llena. Después, yo volvía a mi casa, en la última micro, y en esas noches oscuras, cada imagen de esos filmes brillaba, grabada en mi memoria.
A partir de como películas estas, se dio a conocer por estos parajes el Nuevo Cine Australiano, del que Weir se erigió como figura de referencia.
Luego el cineasta nacido en Sydney realizó “Gallipoli” (1981) y “El año que vivimos en peligro” (1982), protagonizadas por un emergente actor llamado Mel Gibson, y con esos triunfos a su haber Peter Weir partió a Hollywood para realizar un thriller ejemplar: “Testigo en peligro” (Witness, 1985).
Estoy seguro de que quienes la vimos en cine en ese momento de su estreno la recordamos perfectamente.
El policía que interpreta Harrison Ford y que se infiltra en la comunidad Amish, el niño que observa el crimen, la relación que el policía establece con la joven madre (Kelly MCGillis, entonces en el cénit de su carrera) y la canción de Sam Cooke que bailan en el granero. Intriga, suspenso, y formidable retrato de costumbres y culturas antagónicas, que le valieron a Weir su primera nominación al Oscar como director.
La segunda le llegó 3 años más tarde y resultó más que merecida. “La sociedad de los poetas muertos” fue una de las mejores películas de 1989, e instaló el “Carpe Diem” como la expresión perfecta para los sentimientos a flor de piel y el elogio de la poesía que circulan por este filme conmovedor.
En la crítica que escribí para la revista Wikén en el momento de su estreno, expresé toda mi admiración por el cine de Peter Weir, y por la precisa y sensible narrativa con que dirigía cada película.
Los años siguientes lo confirmaron, con la deliciosa comedia “Green Card” (1990, con Andie MacDowell y Gérard Dépardieu), la estupenda “Sin miedo a la vida” (1993), con Jeff Bridges, y ese magistral y visionario filme que es “The Truman Show” (1998), que junto a “The Matrix” toma el pulso perfecto al fin de siglo y a todo lo virtual que se vendría.
“Truman”, con el viaje de descubrimiento propio de su protagonista bajo la mirada tiránica de Ed Harris, le dio a Peter Weir su tercera nominación al Oscar.
La cuarta y última vino por cuenta de la épica y muy lograda “Capitán de mar y tierra” (Master and Commander, 2003). No ganó ninguna de las cuatro.
10 grandes películas, impecablemente dirigidas y que además fueron éxitos de taquilla.
Lo que logró Peter Weir lo han hecho pocos. Muy pocos.
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No es poco.
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Picnic at hanging rock. Marcó mi juventud. Nunca mas he visto algo igual. No sabía que este director había seguido, y con tanto éxito. Congratulations!!!!